¿Es necesario participar en las elecciones locales con una alternativa?

(Originalmente este artículo se publicó antes de las elecciones Municipales de mayo 2015 en las que participamos en la candidatura de confluencia Ganemos3C)

Las pregunta no tiene una respuesta fácil. Queremos cambiar las cosas, cierto. kap

No todos en el mismo sentido, no todos con la misma profundidad, pero todos estamos hartos de lo que hay. Existe un número muy significativo de personas que demandan un cambio y desean una alternativa diferente.

La “democracia” actual, la partitocracia, el sistema bipartidista que nos fue impuesto durante la transición, se ha revelado como una fórmula de dictadura oligárquica encubierta. Por anticuadas que suenen las palabras, veamos si describen fielmente o no nuestra realidad.


El poder real está en manos de “los mercados” y estos son representados por unos pocos profesionales de la política.Se crea una especie de espejismo que nos hace creer que elegimos libremente a nuestros representantes cada 4 años. La realidad es que nuestra capacidad de elección se reduce a optar únicamente entre lo malo y lo peor. La Ley electoral, los medios de comunicación y el sistema en su conjunto, nos cercenan en la práctica cualquier otra opción.

Tanto si creemos que basta con reformar este sistema, como si creemos que hay que hacer una auténtica revolución, sabemos que el camino no es fácil. Ni lo uno ni lo otro puede acometerse sin una gran cantidad de ciudadanos formados e informados, capaces de implicarse y esforzarse por conseguir estos objetivos.

Entre tanto, hay multitud de fórmulas de lucha que nos permiten avanzar o al menos no retroceder.

Más allá de las múltiples razones – a favor o en contra – que podamos dar, muchos intuimos que una alternativa electoral, lo más cercana posible a la democracia directa y que aprenda de los sucesivos errores de intentos pasados, puede ayudar mucho en el camino hacia el cambio. No es seguramente la vía definitiva para alcanzar nuestros objetivos, pero puede ayudarnos en varios sentidos:

Mejorando nuestras condiciones de vida mediante su acción política.

– Informándonos y formándonos.

– Permitiéndonos ensayar fórmulas de auténtica democracia – participativa y/o directa –  que, sin duda, nos permitirán tener mucho aprendido cuando finalmente consigamos el cambio.

Es algo más que una intuición, es una ilusión compartida por muchos que nos puede hacer avanzar.
Debemos plantearnos todo con la debida cautela, para no estrellarnos y sumirnos en otros 30 años de desilusión y apatía como los sufridos tras la Transición.